domingo, 16 de abril de 2017

TRANVIA CENTRO HISTORICO


Un viaje por el tiempo, un reconocimiento por nuestra historia, y que mejor que en Tranvía, un vehículo que tenía Bogotá en la primera mitad del siglo xx. En aquella época, los tranvías eran de tamaño pequeño y de diseño sencillo. Nuestro guía nos comenta que en 1910 el tranvía eléctrico recorría la ciudad, soportado bajo rieles de acero. En un inicio, los estadounidenses diseñaron el tranvía abierto, ya que se pensó que Bogotá tenía un clima cálido, más adelante se fue adecuando al clima de la ciudad y a las demandas de los usuarios. Y así fue apareciendo el tranvía Lorencita Villegas, que se caracterizaba por el techo de color blanco. Posterior este medio de trasporte desapareció, en 1948, con los hechos del bogotazo al ser incendiado algunos vagones, el alcalde Fernando Mazuera Villegas decidió unilateralmente y mediante engaños terminar el funcionamiento de este medio de transporte en 1951. 

En el recorrido por el centro histórico, encontramos un valioso patrimonio incluye numerosas iglesias, museos, casas, plazas, plazoletas y edificaciones de gran interés arquitectónico y urbanístico. Por tradición las ramas del poder público de la Nación y de la ciudad tienen allí su sede. 

Empezamos nuestro recorrido desde el Centro Cultural Gabriel García Márquez, en la calle 11 con carrera 4, pasamos por el Museo Militar, Instituto Caro y Cuervo, la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, el Teatro Colon declarado como uno de los 8 teatros más bonitos del mundo según BBC de Londres, se llama Teatro Colon porque cuando lo construyeron se celebraron los 400 años de la llegada de Cristóbal Colon a América, un teatro con un estilo muy neoclásico. En la calle 10a. con carrera 5a. admiramos el Palacio de San Carlos posiblemente, el palacio más antiguo de la ciudad, en este lugar estuvo la primera biblioteca pública de la ciudad, la primera imprenta y la casa presidencial hasta 1908 y actualmente es la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores. 

Al lado del Teatro Colon esta la casa del escritor Bogotano Rafael Pombo, un espacio para difundir y fortalecer la lectura juvenil e infantil, un lugar para la imaginación. 

Pasamos por la Catedral Primada de Colombia y la Capilla del Sagrario situadas en la Plaza de Bolívar, la iglesia de la Concepción en la Calle 10 con Carrera 9 y la iglesia San Juan de Dios en la Calle 12 con Carrera 10. Se encuentran importantes museos como la Casa Museo del 20 de Julio en el costado nororiental de la plaza, también conocido como la Casa del Florero, y los museos del siglo XIX, Artes y Tradiciones Populares, Casa Museo Francisco José de Caldas e Iglesia Museo de Santa Clara, todos ellos ubicados sobre la Carrera 8 entre Calles 7 y 9. 

Con relación al Museo Santa Clara, voy a comentarles un poco de la historia es demasiado llamativa, fue en un inicio un convento, Visitarla es sumergirnos en la experiencia de la representación barroca de los siglos XVII y XVIII. Su arquitectura, imágenes y decoraciones dan cuenta de las dinámicas sociales y culturales de la época colonial, en este monasterio de las monjas clarisas, solo podían ingresar mujeres españoles que tuvieran un documento que se llamaba la limpieza de sangre, que hablaba de su poder y títulos mobiliarios, nos dice nuestra guía que las familias decidían enviar sus hijas al convento porque casar a más de una hija los podría llevar a la quiebra, porque los dotes matrimoniales eran altísimo, por lo tanto antes de los 10 años dejaban las muchachas en el convento, que se educaran, que se preservaran, mientas sus padres hacían acuerdos nupciales con hombres de su misma estirpe, si encontraban un buen esposo, pues la niña salía del convento y se casaba de lo contrario tomaba votos y permanecía de por vida enclaustrada en el convento, esperando el día más importante de su vida, que va ser el día de su muerte, porque era su matrimonio místico con Dios. En el museo en la parte del techo se ven muchas flores, son el símbolo de cada una de esas mujeres desposadas por cristo, son más o menos 1500 flores, elaboradas en oro. 

Poco a poco en medio del recorrido, se involucraron personajes como Rafael Pombo, la loca Margarita, permitiendo que el espacio de conocimiento sea más ameno y didáctico, por ejemplo que placido es recorrer el chorro de Quevedo junto con la loca margarita, una viejita que vivió humildemente, en una casa de su propiedad donde albergaba a personas de baja condición social: albañiles, obreros, prostitutas y vagos, por este motivo le decían loca, además vestía de rojo para hacer notar el amor a su partido político, el partido liberal. 

Definitivamente un recorrido muy placido y que mejor que terminar con unas ricas onces santafereñas en el restaurante La Puerta de la Catedral.

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