Y nos fuimos para Tobia, la idea era ir en una flota directa pero ya no pasaban, por lo que decidimos tomar uno rumbo a Villeta y quedarnos en la intercepción la Maria, allí se podía tomar unos carritos que te llevan hasta el parque principal, sin embargo nuestro caso fue diferente ya que era un poco tarde, estaba oscuro y ya no había ni un alma por esos lados, intentamos parar varios carros particulares pero imposible, continuaban su camino.
Nuestra única alternativa, una casa en medio de la nada, ingresamos, nos recibió una señora que nos reafirmó que ya a esa hora era imposible que pasara trasporte, sin embargo nos ayudó a contactar a uno de sus conocidos para colaborarnos, estaba lloviendo muy duro y para ir hasta el parque principal a pie, nos quedaba a 2 horas, por lo que nuestra esperanza era que el amigo de la señora accediera y así fue, aunque el valor fue algo elevado, era la única opción que teníamos.
Al llegar al Hotel, nos acercamos a recepción, estaba completamente solo, dimos un recorrido por el hotel pero nadie nos daba respuesta, esperamos media hora y nada, por lo que decidimos enviar un mensaje por whatsaap con la persona encargada, quien nos mencionó que esperáramos otro rato que lo más seguro es que estuvieran en el parque principal, el tiempo paso y nada, nunca llegaron, por lo que nos solucionaron para que nos desplazáramos a otro hotel, en ese momento estaba lloviendo bastante duro y preciso se nos había quedado la sombrilla en el carro que nos dejó hasta el hotel, ¿y ahora?, pues nada el hotel nos debía una indemnización con tanta espera, por lo que tomamos del baño una cortina para resguardarnos del aguacero y así de esta manera nos fuimos para llegar al hotel San Pedro , una odisea total porque nos comentaba la persona encargada que ya a esa hora, era como las 10:20, era casi imposible conseguir un cuarto desocupado, realmente afortunados.
Al otro día, decidimos ir primero a comprar los tiquetes de vuelta a Bogotá para no tener inconvenientes en la tarde, pero oohh sorpresa ya no habían tiquetes, sino hasta el siguiente día .¿y ahora?, al pie de nosotros estaba una señora que dijo que nos ayudaba con los 2 tiquetes pero que quedara entre nos… por poquito y nos quedamos, menos mal la señora estaba en el lugar preciso para ayudarnos.
Ya con los tiquetes en nuestras manos, continuamos con nuestra aventura, nos fuimos de paseo en tren, posterior empezamos una caminata ecológica de veinte minutos y descenso de dos cascadas; la duración total de esta actividad fue como de tres horas aproximadamente. El torrentismos, se practica con la ayuda de guías y personal especializado, descendemos 70 metros divididos en dos tramos. Este es un reto inolvidable bajar lentamente con tus piernas extendidas sobre la pared, sintiendo el agua en la cara, tiene una gran dosis de adrenalina, no hay duda que es un deporte bastante emocionante, además libera y nos conectan con la naturaleza, dejando en el corazón un sentimiento inmenso de felicidad.
Ya terminada nuestra actividad, nos acercamos al hotel a retirar el pantalón de sudadera que dejo David en recepción y sorpresa la que nos dieron, no la encontraron, al final le toco pagar por el pantalón de la sudadera.
Muchas aventuras nos pasaron en Tobia, un día inolvidable y por recordar. Todo un
placer pasar mi cumpleaños acompañada de un ser tan excepcional, aquella
persona que te apoya en todos las locuras, te tiende la mano y te sostiene para
cumplir los sueños idealizados, aquel ser que conoce mi lado oscuro y aún así
luchamos para continuar con las nuevos retos que nos trae la vida.
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