Muchos dicen que la tecnología les queda grande, bueno yo diría que la cafetera me quedo grande, les voy a contar el anécdota que pasamos con Jeimilú, pues bien todo comenzó un lunes, tarde soleada con un cielo despejado; un buen momento para un tinto, idea que resonó ante mis oídos cuando me lo menciona una de mis compañeritas de trabajo, pues bien manos a la obra, aunque a decir verdad sabia que nunca había hecho un tinto en una cafetera, intuí que se podría lograr el cometido, por lo tanto procedimos a la acción.
En ese momento vino en mis pensamientos aquella frase usual de los manuales “por favor lea cuidadosamente las instrucciones antes de usar el producto”, pero manual no teníamos, por lo tanto lo que se hace en ese momento es identificarte con el artefacto en mención y proceder, el vaso o la jarra de la cafetera tenia agua y pues nada en la cubierta superior se coloco la cantidad que se pensaba era la suficiente de café, por lo tanto lo único que faltaba era encender el botón para que empezara su función. Mientras tanto continuamos con nuestras labores.
Es curioso porque el aroma del café ya se percibía, tal vez era la emoción o los sentidos te engañan, pasado ya un rato decidimos observar cómo íbamos con nuestra misión, la verdad me fui emocionada pero todo estaba igual, ¿Qué paso?, algo faltaba, le echamos cabeza y mi compañerita logro descifrar que el agua no iba ahí en el vaso, sino que había que verter el agua en el tanque, por lo tanto así fue se procedió a realizar la acción correspondiente, mas sin embargo le mencione a mi compañera que era bueno dejar la mitad de agua en la jarra, otra duda que se genero en ese momento es como carajos iba a salir el café si la tapa del vaso estaba cubierta. Por lo tanto lo mejor era dejarla destapada, aparentemente una buena idea en ese momento, pasado ya un rato pues nos acercamos con la intención de servir los tinto, pero valla sorpresa nada de nada como que la idea de la tapa no fue buena, en ese momento mi compañera tapo el vaso y efectivamente empezó a funcionar ya por lo menos había una esperanza, pero esperanza que se desborono en un par de segundos porque en el vaso se había dejado la mitad del agua y al caer el café a la jarra pues este al mezclarse ya quedaba frio, nada que hacer, o bueno si encontrar la solución perfecta ir a la panadería a traer tintos calientitos y recién preparados.
Después de esto encontramos a nuestro maestro adecuado, you tube, por lo menos tuvimos una clase virtual de cómo preparar un tinto, uhmm lastima que no se pensó antes.
Muchos pueden decir que prefieren hacer un tinto en olleta, por mi parte yo diría prefiero hervir el agua y hacer tinto instantáneo….
YENNY LORENA RODRIGUEZ G
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