Dos ocasiones, las mismas circunstancias, el mismo lugar, nos hemos atravesado muy cerca, pasamos casi rosándonos, sin embargo seguimos de largo como si no nos conociéramos, son secuencias de segundos, instantes muy rápidos de los cuales no podemos manipular, como una corriente eléctrica con una fuerza magnética que tan solo genera un abismo, una línea que no podemos sobrepasar, algo así como una ley de repulsión.
Lo arbitrario, es que ese impulso de querer reaccionar, se desvanece en medio de esas tardes, esas tantas preguntas que se interiorizan, tal vez nunca hallaran respuestas, lo que conoces o lo que conocí de ti, continuaran así, sin ir más allá de creer que puede ser de tu vida.
Creer, eso es lo que solo queda, creer lo que el palpito dice, lo que posiblemente lo real sea algo trivial, ahora aguardar otro día, en que nuevamente se crucen nuestros rumbos y esperar si nuevamente esas reacciones involuntarias nos hacen una mala jugada.
© Yenny Lorena Rodríguez G
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