Al rayo de una luz incierta, se escapan voces de las cuales quiero apartar, sin embargo a pesar que intento cambiar de actividad para ahuyentarlas, cada vez su sonido se hace más fuerte y repetitivo, está en mi costado oscuro, esa misma grieta que impide filtrar los sentidos de una forma coherente, ese mismo costado que me repite que la realidad está siempre a punto de resquebrajarse.
Dentro de mí, un sitio vacio con un puesto sin acompañamiento, solo; sin ningún signo de aproximación, un puesto de olvido, inundado de misterio, se va ocultando con ramas y hojas secas, es ese mismo lugar donde se ocultan, es el sitio perfecto para esos ecos que me provocan sensación de inquietud.
En este instante ya no los percibo, al parecer están controlados, ¿Comó?, no lo sé, tal vez por el mismo motivo que mis pulsaciones ya no están agitadas, sin embargo seguiré presa de ellos, danzaran junto a mi hasta la eternidad, continuaran entretejiendo sus versos pusilánimes, que tal vez nunca logre apartar.
© Yenny Lorena Rodríguez G
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