Me encanta esta clase de actividad física, primero por el atractivo ecológico y segundo por la aventura que ofrecen estos imponentes relieves, su historia es muy atractiva, había escuchado algo sobre este sitio pero tener la oportunidad de caminar, tener ese contacto íntimo con estos escenarios culturales, históricos y naturales generan una linda sensibilización.
Nuestro viaje inicia a eso de las 8:00 desde Bogotá, tomamos la autopista norte y la vía Chía, Zipaquirá, demoramos hora y media en llegar a SUTATAUSA, (en lengua chibcha significa pequeño tributo) municipio de Cundinamarca, en donde se encuentra uno de los Farallones de rocas más imponentes y espectaculares de la geografía andina de Colombia.
En este lugar se presencia uno de los episodios más trágicos de la conquista; el suicidio de más de cinco mil indígenas de los grupos Tausa, Sutas, y Cununubaes que siendo perseguidos por las tropas españolas, prefirieron inmolarse arrojándose desde la cima del peñón para no ser esclavos o aceptar nuevas creencias.
Empezamos la caminata por una pendiente, que deja ver una que otra piedra gigante, el recorrido nos lleva por un camino milenario indígena, donde observamos vegetación del bosque alto andino, dentro de la majestuosidad de los farallones visitamos un antiguo cementerio muisca, en el que pudimos observar algunos pictogramas con cientos de años de antigüedad, sin embargo los colores de la pigmentación no son muy claros, tal vez los años y el mismo clima deterioran este arte rupestre, es triste ver que algunas piedras tienen grafitis muchas personas no valoran el patrimonio cultural que tiene este lugar.
Las rocas son variadas y de hecho se puede tomar muchas rutas, por este motivo nuestros guías van dejando cintas de color verde viche atadas en el camino para seguir la ruta adecuada, el ascenso es exigente, por mi parte me pinche mis manos, se ven muchas plantas espinosas y mientras uno sube, entre una que otra resbalada, aww, aww, estas plantas hacían de lo suyo, pero bueno al final el paisaje es realmente sobrecogedor.
Poco a poco el viento es más fuerte, golpea con tal fuerza que en ocasiones sientes el vértigo, sin embargo llegar a la cumbre de los farallones y observar el horizonte para apreciar las montañas que componen este paisaje es verdaderamente espectacular.
El recorrido duro aproximadamente 4 horas, el descenso es algo empinado, se debe tener mucha precaución, mientras descendimos realizamos una parada para disfrutar de un picnic a más de 300 metros de altura alrededor de un bosque lleno de pinos, que se balanceaban de un lado a otro, al compás de las notas que generaba el viento.
Para realizar esta caminata les recomendamos:
• Lleve un calzado adecuado.
• Lleve ropa adecuada, ligera y cómoda
• Lleve ropa extra
• Bloqueador Solar
• Hidratación (1.5 litros por persona)
• llevar frutas, snacks y alimentos
• Bolsas para almacenar los desechos o empaques
Para terminar les dejo esta frase
"Vive tu vida como si subieras una montaña. De vez en cuando mira hacia tu alrededor y admira las cosas bellas en el camino. Sube despacio, firme y disfruta cada momento hasta llegar a la cumbre."(Harold V. Melcher)
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