domingo, 8 de julio de 2018

RESERVA EL DELIRIO


Listos para comenzar a explorar, una forma de ver y sentir la montaña, una manera de conectarnos y aprender de este bello lugar la RESERVA EL DELIRIO, ubicada en la cabecera de la localidad de San Cristóbal, un terreno conformado por 1500 hectáreas de reserva natural, antes de empezar nuestro recorrido hicimos unos ejercicios de calentamiento y realizamos un reconocimiento por medio de la interacción social, esta muestra de vinculación se manifestó por medio de abrazos y lo realizamos de una manera no tan cotidiana, por el lado izquierdo, se dice que si abrazas corazón con corazón ayudas a la apertura del chacra corazón, es una manera de trasferir todas las bondades, la confianza, abrazar es una maravillosa forma de dar amor a los que nos rodean, es acariciar el alma de quien tenemos cerca, un medio de comunicación que no necesita ser hablado, este espacio nos llenó de mucha más energía para empezar nuestro ascenso. 

Nuestro recorrido fue por un sendero Pedroso, se dificultaba la caminata por lo que el agua del riachuelo pasaba por todo el recorrido, por lo tanto se hacía resbaloso, se debía tener paso firme e ir con precaución para no tropezar o resbalar. 

Llegamos a un punto para hacer receso, un momento para compartir alimentos entre el grupo, después de una pequeña pausa, continuamos por nuestro sendero, el Bosque del Silencio, un bosque conformado por unos 100 pinos cipres que forman un gran circulo y que permanece rodeado por la vegetación nativa del bosque altoandino, durante este recorrido todos permanecimos en silencio, con el fin de interiorizarnos y es realmente hermoso, una manera placentera de profundizar en la relación con nuestro cuerpo y la tierra, respiramos, damos un paso consciente y volvemos al aquí y ahora, una unión con el universo. Todo estaba enlodado, pero es genial valorar nuestros cimientos, se siente el soporte de la tierra, la atracción de la gravedad, además estar en silencio, mirar alrededor, detenerte en los detalles de la naturaleza, sentir tu respiración, los olores, las sensaciones, es un proceso de concientización 

Acabamos este sendero y nos dirigimos a un lugar que parecía un cuento de hadas, aquí ya podíamos hablar, al llegar a este sitio y ver la belleza de estos árboles, es de fantasía, y su nombre hace honor a este lugar, el BOSQUE DE LOS TROLLS, para llegar a este bosque tuvimos que pasar varios obstáculos, como un puente de troncos bastante inestable y senderos encharcados. 

Terminando este recorrido, buscamos un terreno plano para realizar nuestra clase de Tantra, nos quitamos los zapatos y en el centro del circulo los colocamos formando un mándala, posterior empezamos a presentarnos, mientras los otros compañeros de forma simultánea pronunciaban NAMASTE, como muestra de respeto, basándonos en que estamos hechos de la misma conciencia positiva, es importante mencionar que este gesto lo acompañamos con una posición simbólica de las manos, las palmas juntas en forma de rezo y en el centro del pecho y haciendo una ligera inclinación con la cabeza cerrando los ojos.

Posterior empezamos a realizar ejercicios de respiración, una sincronización entre la inspiración y la expiración, una respiración tranquila, para oxigenar mejor nuestra sangre, lo cierto es que esa energía vital está en contacto con todo lo que existe y pareciera salir de las profundidades del Universo, nuestro guía espiritual David Camacho nos ayuda a comprender mas esta práctica y nos menciona que el Tantra nos enseña que no hay templo más sagrado que el "Templo del Cuerpo" Dentro del cuerpo hay cinco elementos: éter, aire, agua, fuego y tierra, junto con sus propiedades. Este "templo" tiene sus propios "jardines", "ríos", "santuarios" y "puertas". Por definición, el templo del cuerpo representa un lugar de adoración, el cuerpo es un inmenso depósito de poderes (Sakti). El objetivo del rito tántrico es llevarnos a su plena expresión. 

 Al final de la meditación, abriendo poco a poco los ojos, nos dimos una gran sorpresa estábamos rodeados de unos seres maravillosos que nos acompañaron, unas vacas. 

Este bello recorrido nos deja una distribución armoniosa de las energías adquiridas, la armonía, la tranquilidad, la confianza en sí mismo y la vitalidad, para finalizar les dejo esta frase que en alguna ocasión escuche "Aquí, en este cuerpo, hay ríos sagrados. Aquí se encuentran el sol y la luna y también todos los lugares de peregrinación sagrados. Nunca he conocido a otro templo lleno de más felicidad que mi propio cuerpo."

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