A hora y media de Bogotá, se encuentra un maravilloso lugar rodeado de naturaleza e impregnado de mucha fé, se trata del Santuario del Señor de la Piedra en Sopó.
La historia de este lugar se remota al 3 de diciembre de 1753 cuando Rosa Nieto, estaba en la quebrada La Moya’ lavando algunos manteles de la iglesia,
Concentrada en su oficio, notó que en el centro del pozo emanaba una luz que salía hasta la superficie. Era tal la claridad y hermosura, que Rosa decidió acercarse lo más que pudo e introdujo su brazo en un hoyo abierto , de ahí saco una piedra, ésta ya no brillaba, pero si tenía sobre sí estampada una imagen de Jesús, el ‘Ecce Homo’.
Rosa se la llevó a su casa, la ubicó en su altar junto con sus objetos de devoción, en la noche vio con asombro en medio de la oscuridad cómo la piedra volvía a brillar, de la misma forma intensa como la encontró en la quebrada.
Al día siguiente decidió contarle al párroco, el Padre Raimundo Forero de Chávez, quien ya era mayor y no veía muy bien, sin embargo el fue incrédulo y manifestó que si realmente lo estampado en la piedra era obra de Dios, la misma piedra le regresaría su visión.
Rosa con mucha devoción oro y a unos cuantos días, el sacerdote ya podía ver, El fue hasta la casa se disculpó con Rosa y quedó atónito al ver estampado el rostro de Jesús en la piedra.
En 1953 se edificó justo al lado de la quebrada un santuario en su honor, donde es venerada la piedra, que está ubicada en el altar mayor. Miles de fieles y peregrinos llegan a este lugar todos los años, especialmente durante la Semana Santa quienes acuden con fervorosa oración al Señor de la Piedra de Sopó.
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