Estaba sentada, tomando un café acompañada de una galleta de maní, de repente un niño, con cabello corto, ojos saltones y piel blanca se acerca, con una voz suave intenta pedir ayuda, era tan fina su voz que no se le entendía muy bien lo que quería, sin embargo tenía unas bolsas de basura en sus manos las cuales mostró. En ese instante detalle sus labios , y susurrando pidió que le ayudáramos con algo, por lo tanto tome el plato que teníamos en nuestra mesa y le ofrecimos galleticas, el niño con sus manos diminutas agarra las galletas, da la vuelta y el pastelero le ofrece un postre de fresas con crema, en ese instante el niño se emociona, toma su cuchara y sus galletas mientras camina entretenido, queriendo saborear un poco de su postre, en la salida se estrella con la puerta de vidrio, dejando un poco de crema en el, sin embargo el niño emocionado mira y sale corriendo con una gran sonrisa, sus ojos iluminados y su inocencia.
NUNCA OLVIDEMOS LO MARAVILLOSO QUE ES OBSERVAR LA SATISFACION DE VER LA SONRISA DE UN NIÑO.
© Yenny Lorena Rodríguez G
© Yenny Lorena Rodríguez G
2 comentarios:
Me imagine la escena y sus expresiones, bellos momentos para recordar nuestras raíces, la inocencia, la pureza!!!
Me alegra que recrees esta escena, fue un instante muy especial.
Abrazo...
Siempre bienvenido.
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