Prefiero ver gente aglomerada por el Papa Francisco en busca de renovación espiritual, que miles de fanáticos del fútbol que solo buscan agredir a su rival.
Prefiero ver miles de gente junto al Papa cantando a unisonó canciones de esperanza, que oír cánticos sin sentido, ni sazón.
Prefiero ver las sonrisas de la gente, que mantienen su esperanza, alrededor de francisco, como fuente de reconciliación y perdón, que el llanto incesable de madres, hijos, hermanos, tíos, sobrinos que tiene heridas en su corazón.
Prefiero ver la multitud junto al Papa, unidos orando por un bien común, recordando que somos una hermandad, no a cada persona en su mundo aparte, que no le gusta los lazos de unidad.
Prefiero ver el fervor de los fieles haciendo fila para compartir con el Papa, un mensaje de paz interior, que ver cantidad de gente haciendo filas para adquirir algo material.
Prefiero ver a chicos, jóvenes, adultos, abuelos, delante del Papa resaltando los valores y habilidades que tenemos, que priorizar en los medios comunicativos lo negativo de nuestra sociedad.
Prefiero que inviertan en este tipo de encuentros y no en obras y proyectos que van a quedar en un laberinto sin final.
Prefiero una misa con el Papa en el Parque Simón Bolívar, donde se empuñe la fortaleza, la unión, la paz, y no armas que solo traen llanto y maldad.
Prefiero ver el entusiasmo que irradia la gente por el Papa, como sinónimo de esperanza y gratitud, saber que somos más los que deseamos desarmar los corazones y empezar a dar ese primer pasó de reconciliación, armonía y tranquilidad.
© Loren´s Rog
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